7 junio, 2025
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‘Alvin’, posible primer ciclón de la temporada en el Pacífico mexicano

Imagen meramente representativa

 

Una zona de baja presión en el océano Pacífico presenta altas probabilidades de convertirse en el primer ciclón tropical de la temporada 2025 en esa cuenca. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, la perturbación —ubicada a unos 695 kilómetros al suroeste del río Suchiate, en la frontera entre Chiapas y Guatemala— tiene un 90% de probabilidad de intensificarse en las próximas 48 horas.

De formarse, el fenómeno recibiría el nombre de “Alvin”, de acuerdo con la lista oficial de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para este año. Su posible trayectoria lo llevaría a desplazarse al sur de las costas de Guerrero, Michoacán, Chiapas y Oaxaca, con dirección oeste-noroeste a 16 km/h.

Aunque aún no afecta directamente al territorio mexicano, se prevé que el sistema genere lluvias fuertes en regiones del occidente, centro, sur y sureste del país. También se esperan precipitaciones y rachas de viento en entidades del norte como Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí.

Inicio de la temporada en condiciones de transición climática

La temporada de huracanes en el Pacífico oriental inició oficialmente el 15 de mayo. Se anticipan entre ocho y nueve tormentas tropicales, de cuatro a cinco huracanes categoría 1 o 2, y de cuatro a seis huracanes mayores (categoría 3 a 5), de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de México.

Estas previsiones se enmarcan en una fase Neutra del fenómeno El Niño–Oscilación del Sur (ENOS), lo que genera un comportamiento atmosférico más estable que en otras fases, aunque sin descartar eventos extremos aislados, como lluvias intensas, sequías o temperaturas atípicas.

Lectura de fondo

Una amenaza temprana que marca el ritmo de la temporada

La posible formación de “Alvin” al inicio del ciclo ciclónico establece una señal de alerta temprana para autoridades y población. Aunque su trayectoria inicial se mantiene lejos del litoral, su presencia activa los protocolos de vigilancia y prevención. En paralelo, la atención a regiones del norte como Nuevo León y Coahuila sugiere que los efectos indirectos —como bandas nubosas y vientos intensos— también son una variable a considerar desde etapas tempranas. Esta anticipación refleja un contexto meteorológico regional que combina condiciones climáticas inestables con alta exposición social, reforzando la necesidad de comunicación oportuna y seguimiento técnico especializado.