Monterrey, N.L. — El estado de Nuevo León registró una reducción del 68% en el número de homicidios durante los primeros quince días de mayo de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior, informó el gobernador Samuel García durante la más reciente Mesa de Seguridad celebrada en la Universidad de Ciencias de la Seguridad (UCS).
Entre el 1 y el 15 de mayo se contabilizaron 24 homicidios, frente a los 77 registrados en la misma quincena de 2024. La cifra representa una disminución significativa en uno de los meses que históricamente ha mostrado mayor incidencia delictiva.
Reconocimiento a la Fuerza Civil y nueva infraestructura
Durante su intervención, el gobernador atribuyó la mejora en los indicadores al trabajo coordinado entre autoridades estatales, federales y municipales, así como al fortalecimiento de la corporación conocida como la Nueva Fuerza Civil. Mencionó que esta policía ha recibido reconocimientos incluso de autoridades estadounidenses, destacando el “blindaje” del estado y el esfuerzo por mantener la seguridad en la frontera.
Samuel García anunció que, en lo que va de su administración, se han destinado más de 23 mil millones de pesos al área de seguridad y reiteró su compromiso de continuar invirtiendo en infraestructura, tecnología, salarios, becas y prestaciones para los elementos policiales.
El evento también sirvió para inaugurar el nuevo Edificio de Especialización de la UCS, con capacidad para albergar a 280 cadetes. Las nuevas instalaciones incluyen aulas tipo auditorio, espacios multimedia, oficinas administrativas y dormitorios, como parte de un Plan Maestro Multianual para profesionalizar a los cuerpos de seguridad.
Formación policial como eje de la estrategia
El titular de la Nueva Fuerza Civil, Gerardo Escamilla, destacó que la UCS es la base de la formación de los nuevos agentes y resaltó el perfil vocacional de los cadetes como un elemento diferenciador en la estrategia estatal de seguridad pública.
Lectura de Fondo
La reducción del 68% en homicidios durante la primera mitad de mayo representa una cifra contundente desde lo estadístico, pero también plantea una narrativa cuidadosamente estructurada desde el discurso gubernamental. Al destacar esta baja en un mes históricamente violento, la administración estatal no sólo celebra una mejora tangible, sino que reconfigura el sentido común sobre la eficacia del modelo de seguridad local.
La elección del lugar —la Universidad de Ciencias de la Seguridad— para dar el anuncio no es casual: simboliza la apuesta por la formación profesional como antídoto contra la violencia. El mensaje no sólo es que los homicidios bajaron, sino que bajaron porque “aquí se están haciendo bien las cosas”. La infraestructura inaugurada y las menciones a reconocimientos internacionales refuerzan esa lógica de Estado que busca diferenciarse en medio de un contexto nacional complejo.
Sin embargo, más allá de las cifras, la continuidad de esta narrativa dependerá de su sostenibilidad en el tiempo y de la capacidad institucional para mantener el descenso de la violencia más allá de momentos puntuales. En un entorno político donde los indicadores suelen ser efímeros, el verdadero reto no es anunciar la mejora, sino consolidarla sin margen para retrocesos.